Numerosos endocrinos y especialistas en nutrición coinciden en que la importancia de una buena alimentación es tal, que una persona propensa a desarrollar una enfermedad determinada puede llegar a retrasarla e incluso inhibirla, simplemente con una buena terapia nutricional y unos hábitos de vida saludables.
Evitar el estrés, hacer ejercicios regularmente, mantener una actitud positiva y llevar una alimentación equilibrada, pueden convertirse en una forma fácil y natural para prevenir ciertas dolencias.
Así, graves enfermedades que afectan a la población actual, como las afecciones cardiovasculares o el cáncer, pueden prevenirse en gran parte si nos adecuamos a determinados patrones alimenticios.
Bebida saludable durante el embarazo
Un hábito saludable
Cervezas, vinos, sidras
Una de las estampas más típica del verano es aquella en la que se ...